Las hermanas cruceñas Tery y Kenny Gutiérrez se dedican a la alta costura y a la confección de inolvidables trajes de noche
Estas talentosas diseñadoras llevan la moda en la sangre, oficio que heredaron de su madre, Pimpi de Gutiérrez, una de las modistas más famosas de Santa Cruz.
“Mi madre costuraba y diseñaba bellísimo; de verla y ayudarla aprendimos mucho”, recuerda Kenny.
Comenzaron en un taller pequeño y hoy, detrás de cada creación, existe un trabajo minucioso que pasa por muchísimas manos, logrando de cada detalle sea parte esencial de cada pieza, como las telas, creadas por ellas mismas.
“En el taller trabajamos las telas, aplicamos y bordamos. Hay bastante trabajo manual y eso es lo que hace la diferencia, así como la dedicación, entrega y cariño que le ponemos”, cuenta Kenny.
Antes de iniciar el diseño y confección de una prenda, Kenny estudia mucho al cliente y trabaja según las exigencias, gustos y necesidades de cada mujer, logrando resaltar lo mejor de cada una.
Las hermanas Gutiérrez fueron invitadas a desfiles en París y Londres, donde la realeza pudo contemplar sus creaciones. Por otro lado, vistieron a mujeres de distintos países del mundo y confeccionaron trajes para personalidades importantes del país.
A pesar de que Tery ya no está presente, el taller continúa siendo uno de los más prestigiosos del país.
“Tery fue como mi madre y después de trabajar tanto tiempo juntas, queda un vacío, pero siento que ella siempre está presente, me protege. Me transmitió toda la fuerza para salir adelante; todo está saliendo bien y es por ella”, dice Kenny.